Mi blog se ha mudado! Redireccionando…

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martes, 31 de octubre de 2006

Parece mentira...


Roger Tallada

Hoy es el día...

Hoy firmamos el contrato del que será nuestro piso. Casi no me lo creo. Y también hay que entregar el proyecto de nuestro comic que se va a llamar A mejor vida.

Sólo pensar que podremos tirarnos en nuestro sofá a ver nuestra tele ya es una gozada.

jueves, 26 de octubre de 2006

Tierra de mareas

Lo sé, soy un desastre, tengo abandonado el blog últimamente. Pido disculpas si es que alguien lo ha notado.

Podría citar más de diez razones lógicas para esta dejadez pero todas me han parecido excusas baratas cuando las he visto escritas. Digamos que últimamente vivo en una tierra de mareas, que el suelo no es muy firme bajo mis pies, que se avecinan cambios importantes que no acaban de presentarse y que eso me tiene impaciente, me asusta y me marea un poco al mismo tiempo, como el ligero balanceo de un barco que, aún así, sabes que no va a hundirse. De momento no hay trabajo nuevo, ni firma del contrato de alquiler (aún). Me desespera no poseer algo tan banal pero necesario como el dinero, algo a lo que nunca le he dado demasiada importancia hasta que me ha faltado. Y no me preocupa más que de forma inmediata, en la medida en que debe permitirme cumplir mi objetivo. Pero bueno, no voy a aburriros con estas cosas de andar por casa...

Quizá resulte más interesante decir que Roger y yo andamos liados, además de con el piso, con el proyecto de un cómic para presentarlo a una editorial que busca dibujantes y guionistas. Es la primera vez que colaboramos juntos y es la primera vez que escribo el guión de un cómic, no puedo ocultar que me hace mucha ilusión. Al mismo tiempo tampoco puedo ocultar que me está resultando increíblemente difícil, escribir un cómic no tiene nada que ver con escribir un cuento o una novela o un guión de cine. Ya tengo la idea general del argumento desarrollado en una serie de seis entregas de ocho páginas, tengo a los personajes descritos más o menos psicológicamente y Roger ya está creando la parte física, pero hay que ajustar los tiempos, visualizar las páginas, determinar la narración y el ritmo... Como lectora siempre lo había pensado pero ahora que estamos manos a la obra veo una vez más que es difícil saber dónde acaba la tarea del guionista y empieza la del dibujante. En la tarea de concreción desde el argumento más general a lo concreto de cada viñeta en algún momento debo parar. Por suerte eso no va a suponer un conflicto de egos o un choque de ideas para nosotros. La colaboración está resultando, como esperaba, muy fácil, pacífica y mutuamente estimulante. Veremos qué sale de todo esto...

De momento en su blog ya podéis ver un adelanto en forma del personaje principal, un adolescente al que hemos llamado Óscar, y su hermana Sarah.

Y ya que me preguntan, Tideland fue... fantástica. ¡Esa es la palabra! Sólo puedo describirla como una genialidad insuperable de Gilliam, absolutamente perfecta. Como ya dije en un foro es bella, imaginativa, original y sobrecogedora. Me preocupaban las críticas negativas que había recibido en algún festival pero no tenía absolutamente nada que temer, los críticos no siempre tienen criterio.


El ambiente malsano que rodea a la protagonista, Jeliza- Rose, la hace evadirse imaginando a su alrededor un mundo fantástico y fascinante, repleto de hadas, cabezas de muñecas que hablan, ardillas, agujeros de conejo que llevan al País de las Maravillas, océanos en campos de trigo, brujas malvadas, sirenas y príncipes azules.


Gilliam nos sumerge en un viaje terrorífico y alucinante de mano de una niña y nos obliga a olvidarnos de los prejuicios adultos y ver el mundo a través de los ojos de Jeliza- Rose, volver a tener 12 imaginativos años. Aunque lo parezca no es una película complaciente ni fácil de ver, es dura y terrible a veces (algunos lo han descrito como una mezcla entre Alicia en el país de las maravillas y Psicosis) porque, por momentos, nos damos cuenta de que el mundo que la protagonista ha construido a su alrededor y que la hace sentir feliz y menos sola oculta la escalofriante realidad a la que quizá prefiere no enfrentarse.


Absolutamente increíble y deliciosa. Una obra maestra de mi director favorito.

Estoy impaciente por ver lo que hace con el biopic de Phillip K. Dick. Promete.

martes, 17 de octubre de 2006

Upside Down

Apenas he dormido hoy. Quizá no tenga nuevo trabajo por las peores razones, aquellas que nada tienen que ver con mi capacidad o con mi curriculum, y necesitamos una hoja de salario para firmar el contrato de alquiler...

No se me ocurre nada que decir. Podría hablar de Sitges, de la fabulosa Tideland de Gilliam. O de todas las películas en dvd que hemos estado viendo últimamente, del Aviador, de cómo David Bowie marca paquete en Labyrinth...

Pero de todo ello ahora sólo recuerdo a Brando semioculto en las sombras, como un ídolo arcano y loco escondido con sus adoradores en lo más profundo de la selva. Aquél que ha estado en el corazón de las tinieblas y ha vuelto para contarlo. La lógica ilógica de la amoralidad de la guerra en Apocalypse Now (Redux).



"He visto horores. Horrores que tú has visto. Pero no tienes derecho a llamarme asesino. Tienes derecho a matarme. Pero no tienes ningún derecho a juzgarme.

Es imposible definir con palabras lo que esto significa... para los que no saben lo que es el horror. EL HORROR. El horror tiene forma y uno debe familiarizarse con él. El horror y el terror moral son tus amigos, o de lo contrario se convierten en enemigos espantosos, en enemigos de verdad.

Me acuerdo cuando estaba en la Fuerza Especial. Parece que han pasado mil siglos... Fuimos a un campamento a vacunar a unos niños. Dejamos el campamento después de vacunarlos a todos contra la polio. Un viejo vino tras nosotros llorando. Volvimos atrás. Ellos habían vuelto y cortado los brazos vacunados. Allí había una enorme pila de pequeños bracitos. Y recuerdo también que yo lloré como un niño. Quería arrancarme los dientes, no sé lo que quería hacer. Y me esfuerzo por recordarlo. No quiero olvidarlo nunca, no quiero olvidar.

Entonces vi claro, como si me hubieran disparado con una bala de diamante en la frente. Y pensé, dios mío, qué genialidad, el genio, la voluntad de hacer eso. Perfecto, genuino, cristalino, completo... puro.

Y entonces me di cuenta de que eran más fuertes porque lo soportaban. No eran monstruos, eran hombres, cuadros entrenados. Estos hombres, que luchan con corazón, que están llenos de amor, han tenido la fuerza, LA FUERZA, de hacer eso.

(...)

Entrenamos jóvenes para hacer fuego sobre la gente. Pero no les dejan poner "joder" en los aviones porque es una obscenidad."

lunes, 16 de octubre de 2006

Mi nueva vida

Los cambios se suceden a velocidad vertiginosa. Casi me mareo. Casi da miedo... Mejor que sea así, rápido.

Técnicamente ya tenemos piso, aunque aún tengamos que ultimar detalles y firmar. El del suelo feo. Ya soy casi especialista en cómo taparlo con lo que sea (alfombras, moquetas, losetas de vinilo, sintasol, etc.). Y técnicamente ya tengo nuevo trabajo. Aunque mañana me lo tengan que confirmar.

Cambio de ciudad, de trabajo, de casa, de vida...


Este poster quizá decore nuestro salón...


Todo lo que se avecina parece nuevo y excitante. Ayer hicimos un anticipo de celebración etílica con un vino estupendo. Sólo tenía ganas de saltar y saltar. El catálogo del Ikea está ya sobadísimo.

No sé exponer con claridad la alegría, el acojone, las ganas de empezar y la ilusión que me embargan. Quizá mañana esté más tranquila y en mejores condiciones para traducirlo en palabras.

jueves, 5 de octubre de 2006

Ice cream on the road

Cada día el autobús va más abarrotado de gente por las mañanas. Últimamente, como hoy, me toca ir de pie todo el trayecto, en medio del pasillo, cosa que pone en seguida a trabajar a mi macabra imaginación y veo al conductor dando un súbito frenazo y mi cuerpo volando hasta que mi cabeza se estrella contra el parabrisas delantero. Todo eso sólo ocurre en la película gore que yo me monto, claro. Soy así, no lo puedo evitar.

Nick Cave me susurra al oído. Amanece sobre la autopista colapsada de coches (con un solo ocupante en su mayoría) y en el cielo las nubes parecen dos bolas de helado de yogurt con cerezas (uno de los placeres que más echo de menos de la extinta Malania) flotando plácidamente sobre un mar de crema dulce.

Pienso en muebles de Ikea y en posters de Pearl Jam que pudieran hacer un poco nuestro el piso que fuimos a ver ayer. Era grande, luminoso y barato tal y como están las cosas (eso quiere decir que sigue siendo caro para nuestro presupuesto, aunque es lo que hay), pero a primera vista y casi sin muebles no parecía muy acogedor. Pienso en alfombras de sisal, de rafia o de fibra de coco para tapar aquél suelo tan horrible... Y pienso que necesito cambiar de trabajo ya, necesito ganar más para enfrascarme en esta nueva aventura. Y voy a hacerlo. Hoy me siento optimista.

En el cielo una de las bolas de helado de yogurt con cerezas se ha derretido alrededor de la otra y ahora parecen un sombrero de cowboy de color irisado que recuerda increíblemente al que Mikel suele llevar al Azkena.

El fin de semana se presenta emocionante. Mañana, si nada lo impide, veré a Ben Harper en su concierto de Badalona, que promete ser genial. El sábado es el cumpleaños de mi amiga Paula (hasta ahora “pe punto”), cenaremos en un italiano, bailaremos y nos reiremos. Eso me recuerda que aún tengo que acabar de preparar uno de los regalos y que me he dejado el estuche de “recorta, pega y colorea” en casa. El domingo iremos al Festival de Cinema Fantàstic de Sitges a ver la última excentricidad de Takashi Miike y disfrutar del ambientillo cinematográfico...

Las nubes son ahora un borrón anaranjado, ni rastro de sombrero, ni de bolas de helado, ni de ninguna forma reconocible.

El autobús enfila la rotonda de Glorias y entramos en Barcelona. Casi una hora para hacer 30 kilómetros. Nick Cave canta “aaaaleluuuuya”...