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domingo, 4 de diciembre de 2005

Cumpleaños Total


Lo mejor no es que tu cumpleaños caiga en fin de semana. Lo mejor es que caiga en lunes o en martes. Porque así lo celebras desde ese día (o el fin de semana anterior) hasta el fin de semana posterior. El placer se prolonga así durante más tiempo...

Por lo demás, fin de semana de luces y sombras. Luz, sombra y luz, diría.



Flash!

Concierto de dEUS.
22h, Sala Apolo, Barcelona.

Mi Riff- regalo de cumpleaños. Es la primera vez que voy a un concierto invitada, con pase de prensa, y me hace mucha ilusión que sea precisamente éste. Cuando llegamos los teloneros se han caído del cartel, así que decidimos irnos a tomar una cerveza y, al cruzar la calle, en medio del paso de peatones, nos cruzamos con Tom Barman, el cantante y líder del grupo. Me quedé embobada mirándole y fui incapaz de reaccionar. Ni autógrafo, ni saludo... Sólo le miré fijamente y él me miró pensando, seguramente, quién sería aquella psicópata. Siempre reacciono así, qué le vamos a hacer. Me resulta embarazoso hacer otra cosa. Podría haberle pedido que se hiciera una foto conmigo, podría haberle saludado y decirle que soy seguidora de su grupo hace años y que me encanta su trabajo. No sé, fui incapaz.

Una vez dentro, lleno hasta la bandera (entradas agotadas) y nosotros en primera fila para disfrutar del show. Me parece ver a un fantasma, pero sólo es un fantasma del pasado y lo dejo ir sin dificultad como la arena que se escurre entre los dedos. Disfruto del concierto y R. sonríe ante el hecho de que está completamente rodeado de mujeres. Así que quizá dEUS sean pop o salgan en el mondosonoro. Una gran noche que íbamos a continuar tomando una copa en La Perla (C/ La Perla 26) pero que acabó en un metro parado durante media hora.

Fade out...

Sábado por la tarde. Mi abuelo está en cuidados intensivos. Es muy mayor y ya lleva tiempo ingresando periódicamente en el hospital por dos anginas de pecho y problemas respiratorios. No es el abuelo con el que tienes una relación estrecha, que te da caramelos o te explica batallitas. Es más bien un abuelo callado y huraño que juega al domino en el bar y fuma Ducados y que, desde hace ya algún tiempo, está algo ido. Aún así salgo con lágrimas en los ojos. Cuando estoy allí, preferiría no haber ido. Aparte de cómo odio los hospitales, siempre creo que preferiría recordar a mi abuelo fumando y jugando al domino y no encogido, consumido en una cama enorme, enchufado a un respirador... Las salas de espera de cuidados intensivos son sitios horrendos de dolor y angústia, de dramas terribles y familiares apenados. Aún recuerdo que la última vez que estuve allí había la familia entera y los amigos de un chico de 20 años en muerte cerebral que se había golpeado la cabeza al tirarse a una piscina. Sin duda no es el mejor sitio para estar un sábado por la tarde.


Flash!

Sábado noche: cumpleaños con las amigas. Salgo con las niñas, las tres, las de siempre. A veces he celebrado cumpleaños con más gente pero hoy están las que realmente quiero que estén, mis dos amigas como dos soles. Hay cena y vino y más vino. Y charla y confidencias, como siempre. Y las bromas de siempre. Me regalan la figura de la novia cadáver. Me han hecho una tarjeta de felicitación (en una costumbre de fabricarla manualmente que inauguramos hace tiempo) en la que me recuerdan todo el tiempo que llevamos juntas, todas las cosas que hemos vivido, buenas y malas, y lo acompañan con un puñado de fotografías en las que estamos juntas. La más antigua es de 1996. Diez años de amistad y allí estamos, contando aún las unas con las otras. Me pongo tierna con la tarjeta y las fotos y lanzo un par o tres de brindis sensiblones. Aunque ahora hablemos de cremas antiarrugas y bromeemos con los que se casan o tienen piso o bebé somos más o menos las mismas de las fotos. Y me alegro de tenerlas conmigo. Acabamos bebiendo cerveza en un local y cantando a voz en grito "nadie puede hacerte daño" (del himno de Bebe, ¡madre mía!). Si tuviéramos algún sitio en condiciones nos iríamos a bailar como cuando teníamos 16 años y quedábamos en mi casa para pintarnos y hacer juegos de Tarot y hablar de los chicos. Me voy a dormir pensando que soy muy afortunada.

Las supernenas. Siempre juntas. Las quiero un montón.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Ante cantantes o músicos, véase Maynard Keenan o David Edwards, reacciono como tú, mirando embobada y sin articular palabra.

Espero que tu abuelo mejore o al menos que no sufra mucho. Lo que has contado me ha recordado mucho al mío, tanto en carácter y relación como en lo mal que lo pasé al final (murió de un infarto cerebral que poco a poco le convirtió en un vegetal). Fue muy duro.

Las amigas son lo mejor del mundo, yo tampoco tendré una barbaridad de amigas, de esas íntimas íntimas, pero las que tengo se que son para siempre, y lo seguimos pasando tan bien juntas...

Nuala dijo...

Gracias, mi abuelo sigue igual.

Anónimo dijo...

Mis amigos no se ponen nostálgicos, si a alguno se le ocurre, lo pinemos flojo a hostias, como este sábado, a escobazo limpio.

Ver como un hombre tan acojonantemente vital, tan humilde y tan buena persona como mi abuelo se apagaba lentamente fue duro. Yo casi no lo tuve que vivir, pero sus hijas lo tuvieron que pasar realmente mal. Espero que a toda mi familia se la lleve un una orca asesina en un crucero de placer por las Seichelles cuando todos tengan de 100 a 150 años.

Anónimo dijo...

niña, muchos besos.

PS: menuda foto has escogido...

Anónimo dijo...

bonito elipod que te regalaron,, siento lo de tu abuelo, sabes quien soy ,a menudo nos vemos perdidos por mataro o barcelona,, y perdido estava cuando encontre esta foto en tu blogg durante esta semana de domingos"" felicidades,, nos vemos
el dia que te encuentre por aqui o por alla te lo cuento, salud!!

Nuala dijo...

Crec que ja sé quin "Jordi" ets...
Igualment si ens veiem m'ho dius.

¡Quina casualitat que arribessis al meu egoblog!