Mi blog se ha mudado! Redireccionando…

Deberías ser redireccionado/a automáticamente. Si no, visita http://labuhardilla.wordpress.com y actualiza tus enlaces.

sábado, 7 de enero de 2006

Kevin Smith: "Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes."


Un buen día su hermana Virginia le dijo "Haz películas" y, afortunadamente, él le hizo caso. De esta anécdota se infiere, queridos amiguitos y amiguitas, la inusual y clara visión femenina del mundo ya que hoy en día Kevin Smith (New Jersey, 1970) es productor y un célebre director de culto.

Sí, es cierto que sus películas no son para el gran público pero el espectador al que van dirigidas es muy concreto y más abundante de lo que se suele creer: el típico capaz de reconocer tanto las virtudes de El ataque de los tomates asesinos como de Ladrón de bicicletas, el nerd gordo y pajillero y/o con acné, el solitario que no ligaba en el instituto y tenía aficiones raras, el que sigue viviendo en su mundo y hoy en día es crítico, bibliotecario, dibujante o dependiente del Blockbuster. Vamos, que su público somos todos aquellos a los que la sociedad capitalista fracasó en el intento de convertirnos en lo que nuestra madre llamaría "gente de provecho".

Kevin Smith pertenece a la generación de directores (como Peter Jackson, Robert Rodríguez o Quentin Tarantino, por decir sólo algunos) que, sin tener apenas formación académica pero siendo grandes consumidores de todo tipo de cine y con una gran cultura cinematográfica, se han hecho un hueco en la industria gracias a su buen hacer y a su personal e inimitable estilo. Smith conecta con el freak porque él es uno de ellos y su cine tiene sus mismos referentes, los de todo adolescente rarito y americano de los '80 y '90 (por extensión también los referentes de los que cumplimos todos los requisitos menos el de ser americanos): Star Wars, el rock alternativo, los superhéroes de Marvel y DC, la serie-b, el hockey, las series de televisión (como Sensación de vivir), el cine X, los videojuegos... Kevin Smith es ese director que podría ser el colega con el que tomar unas cervezas, el que te acompaña en la cola del cine para ver la reposición de El retorno del Jedi, el que te da un buen consejo sobre chicas, el que te presta el número especial de verano Swim Suit de la Patrulla X...

En las películas de Smith se habla de sexo con lenguaje explícito pero, sobre todo, se habla de la angustia existencial de una generación que no encuentra el momento ni los medios para dar el paso definitivo a la madurez, que vive sumida en su peculiar universo (¿murieron trabajadores inocentes en la destrucción de la Estrella de la Muerte?) y que intenta, como buenamente puede, encontrar un amor o recuperar el que perdieron por gilipollas. Sus cinco primeras películas (de la sexta ya hablaré más tarde) tienen las mismas localizaciones, casi los mismos actores principales (Jason Lee, Brian O'Halloran o Ben Affleck) y están enlazadas por anécdotas para el fan más atento. Y, por supuesto, están los entrañables Bob el Silencioso (el propio Kevin Smith) y el camello Jay (Jason Mewes), presentes en todas y protagonistas absolutos de una de ellas.

Su filmografía comienza cuando abandonó la escuela de cine, volvió al colmado donde trabajaba y decidió vender (¡glups!) su colección de cómics para costearse con apuros su ópera prima (que se quedó en 16mm y en blanco y negro). Clercks, que fue un triunfo de crítica y se llevó premios en el festival de Sundance de 1994, es la dantesca tragicomedia de "el dependiente que se vio obligado a trabajar un día que no le tocaba hacerlo". Gracias al éxito de esta profunda reflexión sin tapujos sobre la vida detrás del mostrador, la vida ante el mostrador y el amor y el sexo dentro del mostrador (incluso del sexo en el lavabo) Smith contó con dinero de la Universal para su segunda película: Mallrats (1995). Se trata de una alocada comedia, un gran chiste donde proyecta toda su irreverencia, su humor escatológico y su amor por los cómics consiguiendo que Stan Lee hiciera un cameo en el papel de Stan Lee (qué se puede esperar de alguien que llama a su hija Harley Quinn). No triunfó en taquilla pero posiblemente sea su obra más personal pagada por una multinacional. Tal vez intentó remediar el pinchazo con el éxito que supuso Persiguiendo a Amy (1997), su película (dentro de la pentalogía inicial) más convencional y más sentimental, una historia redonda y perfectamente tejida sobre la búsqueda del amor inspirado, según él, en Joey Lauren Adams, la que fue su novia. Durante el rodaje de esta película conoció a su futura esposa: Jennifer Schwalbach.

Dogma (1999) hace realidad un proyecto que rondaba por la mente de Kevin Smith desde la época de Clercks. Se trata de una bufonada, una sátira de la religión organizada, la pantomima de un católico y en palabras de su autor: "Una pro-fe, pro-católica, espiritualmente elevadora película de pollas y pedos". Ángeles caídos, una empleada de una clínica abortiva que es descendiente directa de Cristo, el apóstol nº 13 (¡afroamericano!), Metatrón, el Monstruo de la Mierda, Jay y Bob y la Musa Serendipity son algunos de los personajes que desfilan por la parada de monstruos. Y Dios es una mujer. Por supuesto en Nueva York su estreno fue boicoteado por la Sociedad Americana Para la Defensa de la Tradición, la Familia y la Propiedad (¿!), pero es que los fundamentalistas nunca han tenido mucho sentido del humor.

Como colofón y culminación de su humor zafio llegó Jay y Bob el Silencioso contraatacan (2001) la última de esta especie de pentalogía de New Jersey. Para despedirse de estos personajes como se merecían pasan de ser los eternos secundarios a protagonistas absolutos. Se trata de la definitiva y absoluta mamarrachada, un gag continuo en el que nada tiene demasiado sentido si no es para lucimiento de las dudosas cualidades de Jay y Bob, que intentan detener la producción de una película sobre ellos mismos, encontrar el amor y salvar a su mono. Es una parodia de todo lo parodiable, repleta de cameos entre los que destacan Wes Craven, Gus Van Sant, y sobre todo Carrie Fisher y Mark Hamill, quien protagoniza una peculiar y memorable lucha de espadas láser.

Después de un tiempo de silencio y, tras anunciar que quería dar un nuevo rumbo a sus películas aparece Jersey Girl. En ella el protagonista, Ben Carapalo-Affleck, nos narra las peripecias de una experiencia que Smith conoce bien: la de ser papá. Un fiasco auténtico, con Jennifer Lopez y Liv Tyler. Smith pretendía homenajear a su padre recientemente muerto y explicar su paternidad pero, digámoslo suavemente, no acertó ni en el tono ni en el protagonista.

Actualmente es posible que Kevin Smith sea el tío más feliz del mundo: apareció en la película Daredevil, tiene una compañía de producción que no para de trabajar (fue productor ejecutivo de Preacher y Scary Movie 3, en la que también hace un cameo), escribe artículos para la revista Arena, hace cortos para el famosísimo show norteamericano de Leno, ha abierto una tienda de cómics y, lo que es más importante, ha hecho realidad el sueño de todo adolescente comiquero: trabajar para una gran compañía escribiendo guiones de Daredevil y de Green Arrow.

En el aspecto cinematográfico se comentó que, durante un tiempo, estuvo implicado en el guión de la próxima película de Superman pero que dejó el proyecto. Aparte de producir films de otros directores le ronda dirigir un proyecto sobre un superhéroe, The Green Hornet, y está ya en post-producción Clercks 2, el retorno del melodrama del chico del supermercado diez años después. Estreno previsto para este año.

Esperemos que Jersey Girl haya sido sólo un tropezón y que a Kevin Smith no le de ahora por crecer. Nos gusta irreverente y espontáneo. ¡Que la Fuerza le acompañe!


Artículo parcialmente aparecido en Metaluna.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Para mi Kevin Smith tras la fantástica trilogía de New Jersy entra en un vertiginoso picado con Dogma, una película repelentemente pro-cristiana en el fondo aunque pretenda ser transgresora, se recupera un poco con el humor cacapedopis de Jay & Silent Bob y se acaba estrellando del todo con esa aberración llamada Jersey Girl que nunca se debería haber rodado.

Que ahora haga Clercks 2... pues no me gusta mucho la idea la verdad. Me parece que pocas ideas le quedan a este hombre hoy por hoy.

Nuala dijo...

Bueno, esperemos que no tengas razón y como he dicho... ¡que la Fuerza le acompañe!

Sobre Clercks 2 estoy de acuerdo en que parece del todo oportunista, pero prefiero esperar a verla para opinar.

Anónimo dijo...

Coincido en que las tres primeras películas de Kevin Smith son redondas. "Clerks" es un descojone continúo; es una película que me hace querer ser uno de los protagonistas, una película que odio que termine.

"Dogma" y "Jay y Silent Bob" son otra cosa. Las veo como películas ultra-irreverentes, aunque sin ser tan sutiles como "Clerks" (es un decir). En cualquier caso disfruto con ellas.

No puedo con "Jersey Girl", me sentí estafado. Pensé que estaba viendo un telefilme.

En cualquier caso admiro a Kevin Smith. Me parece un tío integro y muy coherente con sus aficiones. Y si "Clerks II" resulta no estar tan mal, pues bienvenida sea.

Saludos!