What If...?
¡Hay que ver cómo nos gusta preguntarnos por futuros alternativos o cómo nos gusta anticiparnos a los acontecimientos...! De ahí surge la capacidad humana de fabulación, nuestra capacidad filosófica, toda nuestra inventiva, las maravillas y barbaridades de que somos capaces.
Los cómics no podían ser menos. Los "What if..." eran una serie de cómics pulicados bimensualmente en su inicio (comienzos de los '70) por Marvel Comics. En ellos se exploraban caminos no recorridos en las historias oficiales de la linea editorial, se imaginaban realidades alternativas sin que tuvieran que implicar un cambio en la realidad lineal de la historia oficial del personaje. De esa manera podían imaginar qué pasaría si por una vez ganaban los malos, si algún villano derrotaba a un superhéroe, si un superhéroe se enfrentaba al que solía ser su aliado, si el Capitán América fuera el presidente, si la tía May hubiese muerto en lugar del Tío Ben, si los Cuatro Fantásticos fueran rusos, si Daredevil hubiese vivido en el Japón feudal, si Tormenta tuviera los poderes de Fénix, si Lobezno se hubiese casado con Mariko... Luego esto derivó también en los crossover entre personajes o entre los universos Marvel y DC que, como bien decían en Mallrats, servían para enfrentar héroes de dos editorales diferentes y vender el mismo número con dos portadas.
Una de mis amigas es especialista en "What if...?", la Chica "What if...?". Siempre se lo digo. Nos suele preguntar cosas como "¿Y si ahora que estás tan bien con "Y" viniera "X" y te dijera que quiere volver contigo...?" o "Imagina que pudieras elegir entre..." o "Supón que te lo encuentras y..."
Imaginar universos alternativos es divertido y emocionante, es un juego al que ninguno escapamos. Además nos ayuda a ver las cosas desde otro ángulo. Imaginarnos en realidades paralelas en situaciones que sabemos que no van a ocurrir o que difícilmente ocurrirán, desde la seguridad que eso da, nos puede ayudar a esclarecer la realidad oficial, en la que estamos metidos y proyectarnos. Aunque a veces, si lo hacemos demasiado, podemos perder de vista la realidad.
En mi realidad oficial me he quedado sin ver a los Rolling Stones pero, a cambio, no tendré que ir a Bilbao para ver a Ben Harper, que tocará en Badalona. En mi realidad oficial este fin de semana tengo otra boda, esta vez de mi primo de Inca, y me voy el jueves por la noche a Mallorca (playa, sol, Quelys, sobrasada, enseimadas...). No me preocupa en absoluto el bolso, el vestido o demás tonterías. Sé que mi primo sería feliz si fuéramos a su boda en tejanos. Seguro que será una boda atípica, la invitación era un cd con música que les gusta a los novios y estaba escrita a mano por ellos mismos.
En mi realidad oficial todos los "What If...?" que imagina mi amiga para sí misma (en general de un pesimismo plomizo) no son más que fábulas para pasar el rato comiéndose el tarro y la realidad es siempre mucho más luminosa. Y en esa realidad todos los contactos que ha hecho Roger en el Saló del cómic (donde sólo compramos tres cómics y dos chapas) le sirven para tener muchos trabajos interesantes y hacerse rico en el tiempo por él previsto: entre dos meses y el resto de su vida.
4 comentarios:
Me gusta mucho este post, sencillo, luminoso, optimista y bien tejido, y la existencia de esos comics también.
Me alegro de que te guste, Irina. Gracias.
Por qué se da un plazo tan largo como 2 meses? Hayq ue hacerse rico y famoso ya! Irina tiene razón, te ha quedado especialmente redondo.
el de lobezno lo leí. recuerdo que el primero que cayó en mis manos fue el de que hubiera pasado si... electra no hubiera muerto?
qué abandonado tengo todo esto...
no tengo tiempo para tanto ocio!
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